Kutxabank publikoa

Hay una opinión sobre el tema de la privatización de Kutxabank, expresada hoy en un programa de radio de la emisora Radio Popular por un tertuliano, que creo que es muy importante desmontar.

Cuando se dice que la venta de una parte de la propiedad de BBK, y así disminuir su participación,  permitiría ingresar en la obra social de esta caja unos 400 MM de €, y que con esta cantidad se garantiza la obra social para más de 20 años, tengo que decirles a esas personas, que esos no eran los planes del Sr. Mario Fernández, y no sé cuáles serán los Villalabeitia.

Y lo digo porque no tiene sentido esta operación si lo que se pretende es aumentar el tamaño de Kutxabank, con el razonamiento: más tamaño para ser más fuertes. Un Ferrari decía Fernández. El tamaño quedaría igual.  Solo que cambiaría la propiedad.

Más bien lo que se propone desde sus gestores, es diluir la participación de las cajas, con la entrada de nuevos socios, es decir, un aumento de capital, que sí traería un mayor tamaño, unido a una disposición de liquidez para realizar nuevas inversiones.

Pero si una de las quejas es que BBK ha tenido que desinvertir para mantener sus ratios de seguridad, parece que esta inyección de capital se podría usar para apoyar a la sociedad y al tejido industrial vasco. Lo que se argumenta, no está mal.

Pero esto, no está en la mente de sus gestores, ni en la del tertuliano, según se deduce de sus palabras.

Jatorrizkoa gazteleraz:

Lo que lo que se busca es disponer de liquidez para hacer negocio comprando, por ejemplo, gangas financieras, al estilo de un fondo buitre. Creo que se ha puesto como ejemplo la compra de un hipotético banco Turco en apuros. Es decir, no pensando en la sociedad vasca. Se busca llevar a cabo los intereses propios de sus propietarios y su propio beneficio, no los de la de nuestra sociedad. Por eso creemos que privatizar no es la mejor opción.

Por otra parte, precisamente ese afán de crecer de las Cajas españolas, Bankia, CAM, etc. es lo que ha conducido sus negocios a ruina.

Esas aventuras al final no garantizan en absoluto la solvencia de la institución, es más puede terminar por llevarla a la desaparición si no puede asimilar el esfuerzo realizado. Esto hubiera ocurrido si se hubiera materializado alguno de los intentos de compras de otras cajas en bancarrota por parte de Fernández.

MK