Kutxabank publikoa

Los autores se han basado en unas declaraciones del diputado general de Araba, Javier de Andrés, realizadas la semana pasada en las que afirmaba que, en caso de que se tengan que vender las acciones de Kutxabank, «estas se traspasen a la Diputación y a las entidades locales de Araba, fundadoras de Vital». Para EKAI Center esa idea «es una buena opción» y «un excelente punto de partida para el consenso político necesario», pero entiende, al igual que la Diputación de Gipuzkoa, que «es importante no esperar».

Las declaraciones de Javier de Andrés, diputado general de Araba el día 3 de diciembre, en el Pleno de Control de las Juntas Generales, tienen un gran interés conceptual para el futuro institucional de Kutxabank. Ante la pregunta planteada por EH Bildu, De Andrés afirmó que «las acciones de Kutxabank propiedad de la Vital deberían pasar a ser de los alaveses de nuevo» y, en concreto, «debe ser lo razonable, lo lógico y lo propio que, de tener que producirse esta venta, Vital traspasara esas acciones a la Diputación y a las entidades locales de Araba, fundadoras de Vital».

Como es sabido, la cesión de acciones a diputaciones y ayuntamientos propuesta por la Diputación Foral de Gipuzkoa no es la opción preferida por EKAI Center, pero sí es una buena opción. Nuestra opción «ideal» se basa en el modelo francés de cooperativa de crédito con participación pública cualificada.

Sin embargo, lo más importante es asegurar cuanto antes el control público y social de Kutxabank. Y la opción planteada por la Diputación Foral de Gipuzkoa cumple perfectamente este requisito básico. Tiene además la ventaja de la facilidad de aplicación de la misma, a través de una mera cesión de acciones.

La opción de cooperativa de crédito con participación pública cualificada, aunque sea la preferida por EKAI Center, requiere necesariamente un trabajo previo de análisis, consenso, elaboración de Estatutos y proceso de transformación. Es necesario admitir que todo ello resulta sustancialmente más complejo que la operación de cesión de acciones propuesta por la Diputación Foral de Gipuzkoa.

El posicionamiento del diputado general de Araba se suma así también a las posiciones de PNV, PSE y PP en Gipuzkoa, cuando en una línea similar- planteaban que, en caso de que la venta de acciones de Kutxa fuese obligatoria, dicha venta se efectuara a la Diputación Foral de Gipuzkoa.

De esta forma, parece irse asentando un criterio mayoritario entre los distintos interlocutores políticos en el sentido de apostar por la titularidad de diputaciones y ayuntamientos.

La diferencia todavía existente entre las distintas posiciones es clara. Mientras la Diputación Foral de Gipuzkoa planteaba realizar la transferencia de acciones a diputaciones y ayuntamientos este mismo año, tanto el diputado general de Araba como los partidos de la oposición en Gipuzkoa planteaban hacerlo «en caso de que la cesión de acciones fuese necesaria».

Esta diferencia de planteamiento no resta en ningún caso importancia al claro consenso conceptual favorable a la titularidad de diputaciones y ayuntamientos, lo que constituye un excelente punto de partida para consensuar los pasos a dar a partir de este momento, incluso a través de la unanimidad entre los distintos interlocutores políticos, unanimidad impensable hace solo unos pocos meses.

Sin embargo, desde EKAI Center entendemos que es importante no esperar. Mantener la figura de las fundaciones bancarias «mientras no aparezcan nuevos problemas» es una mala solución. En nuestra opinión, es importante clarificar cuanto antes que la figura de las fundaciones bancarias no es sostenible y, al contrario, es de un altísimo riesgo.

Por un lado, porque esta figura está precisamente diseñada para la reducción progresiva de su capacidad de control de Kutxabank. Y está claro que esto es lo que los agentes políticos vascos no quieren.

Por otro lado, porque su configuración interna, basada en personas físicas que se autodesignan, es inestable, se predispone a todo tipo de corrupciones y es difícilmente presentable ante los organismos financieros internacionales. Como EKAI Center ha venido repitiendo, es difícil imaginar un modelo de gobierno corporativo peor, sin ningún tipo de control, ni público ni social ni privado.

Las fundaciones bancarias deben, por lo tanto, desaparecer. Y deben desaparecer cuanto antes. Como vemos, el consenso conceptual necesario para ello se está asentando rápidamente.

Un consenso que parte de la valoración positiva de la titularidad de acciones por parte de diputaciones y ayuntamientos, al menos conceptualmente. Este consenso conceptual es ya unánime en Gipuzkoa (ya se posicionaron al respecto tanto la Diputación Foral como la totalidad de la oposición) y mayoritario en Araba, a la vista de los posicionamientos de EH Bildu y Partido Popular.

Todo parece indicar que el consenso político necesario está al alcance de la mano.