Kutxabank público

Las plataformas Kaleratzeak Stop Desahucios e IRPH Stop de Gipuzkoa consideran totalmente inadmisible la subida de las retribuciones del presidente de Kutxabank Gregorio Villalabeitia en un 73 % hasta alcanzar 800.000 euros. Se trata de un salario indignante y obsceno para una entidad totalmente inflexible con los deudores de buena fe, que sistemáticamente rechaza medidas como la dación en pago y el alquiler social, y que aplicó y sigue aplicando el índice IRPH a pesar de los llamamientos recibidos desde instituciones públicas y también desde tribunales.

El presidente de Kutxabank ingresa cada día más de 2.000 euros, cantidad equivalente a la que provocó por ejemplo la demanda de Kutxabank de ejecutar la vivienda de protección oficial de Lorena y su hija. Queremos destacar además que el gobierno de Vitoria haya asegurado que "no tiene nada que decir" al respecto, y que no han sido ellos quienes han subido el salario al presidente. La pregunta es: ¿quién ha sido? Los ciudadanos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, que con nuestros ahorros, nóminas y pensiones construimos las Cajas de Ahorros ahora convertidas en fundaciones bancarias, no hemos sido consultados. Lo ha propuesto el consejo de administración del banco y lo ratificarán los miembros de las tres fundaciones bancarias, nombrados todos ellos por PNV, PSE, PP y CCOO y totalmente ajenos a cualquier control social.

Manga ancha para subirse los sueldos mientras se prepara la salida a bolsa, y manga estrecha para el presupuesto de la obra social y para conceder préstamos a familias, pymes y autónomos. ¿En manos de quién está Kutxabank? No en las del pueblo, que es su legítimo dueño. Por eso es necesario revertir los pasos dados en la privatización de Kutxabank y garantizar su control público, democrático y social.

Sí se puede.