En enero de 2012, cuando acababa de estrenarse la fusión de las cajas de ahorros de BBK, Vital y Kutxa, para propiciar el nacimiento de Kutxabank, este banco controlaba el 67,93% de la operadora de telecomunicaciones Euskaltel. Una mayoría suficiente para propiciar un control casi absoluto de la gestión y del rumbo de la empresa. Pero la entidad que preside Gregorio Villalabeitia inició desde hace tiempo un proceso, que está a punto de culminar, para poner tierra de por medio con la participación en empresas. El último paso ha sido la venta de un paquete de acciones que supone el 1,22% de la operadora, lo que coloca su participación actual en el 20,13%. Y todo ello a un paso de que se clarifique si la firma británica Zegona consuma su intención de presentar una OPA, para hacerse con el 14,9% del capital social de Euskaltel, el doble de lo que posee en estos momentos.